jueves, 31 de julio de 2008

El mercado financiero norteamericano, a pique de fundirse


Michael R. Krätke[1]
SIN PERMISO

Tras los rumores sobre su insolvencia, en sólo 14 días los dos grandes bancos hipotecarios estadounidenses Fannie Mae y Freddie Mac han perdido el 50% de su valor accionarial; desde comienzos de año, el 76%. Así, tres cuartos de su "valor de mercado" se ha evaporado. Si todavía se necesitaba una prueba de que la crisis financiera norteamericana entra en un nuevo estadio, ésta ha sido concluyente.

Durante la cumbre del G-8 en Hokkaido, Angela Merkel se las dio de economista mundial. "Hemos tenido –soltó la cancillera— una crisis subprime; hoy, vuelve a gotear en cierto modo". Apenas regresada a casa, la crisis financiera anunciaba con un aldabonazo su entrada en el siguiente estadio: bancos y cajas de ahorros se desploman, los mercados están desjarretados, el gobierno estadounidense y la Reserva federal se emplean a fondo para contener el pánico.

Ahora tienen también los EEUU su caso Northern-Rock, como la Gran Bretaña[2]; sólo que visiblemente más drástico. Desde comienzos de año, centenares de pequeñas financieras hipotecarias han desaparecido del mercado, o por quiebra o por absorción. Hace dos semanas, le tocó el turno al segundo mayor banco hipotecario norteameriacano independiente: el californiano IndyMac Bankcorp quebró tras tres semestres seguidos de pérdidas milmillonarias, luego de que sus clientes, a la vista del desplome de sus valores accionariales, entraran en pánico y retiraran en sólo 11 días 1.300 millones de dólares. En apenas un año, IndyMac ha perdido el 98% de su valor en bolsa y está ahora intervenido por el fondo federal de garantía de depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés). Así, el grueso de sus depósitos (hasta 100.000 dólares) queda asegurado; el pato lo pagan los accionistas. De los cerca de 53 mil millones de reservas de que dispone el FDIC, y conforme a los cálculos más optimistas, se han perdido ya 8 mil millones, porque la compra del insolvente banco apenas reportará nada. Es, permítase decirlo, la mayor quiebra bancaria en los EEUU de los últimos 20 años, desde el desplome del Continental Illinois National Bank en 1984, y la onda expansiva se propaga rápidamente. A los pocos días, las acciones del banco de inversiones Lehman Brothers caín un 37%, luego de saberse que había perdido en el último trimestre casi tres mil millones de dólares: mucho dinero, pero casi nada comparado con las pérdidas de entre nueve y seis mil millones que los pesos pesados Citigroup y Merrill Lynch han tenido en el mismo período.

Tres anillos de salvación

Harto más grave es, empero, el crac que acaban de sufrir las dos mayores instituciones financieras hipotecarias de los EEUU, las empresas públicamente patrocinadas Fannie Mae y Freddie Mac, y que ha situado al núcleo del mercado hipotecario norteamericano a pique de fundirse. Fannie Mae y Freddie Mac no tenían en principio nada que ver con las hipotecas de baratillo del segmento subprime, pro en los últimos años entraron de lleno en el negocio de los derivados financieros hipotecarios.

A causa de la colosal magnitud de ambos gigantes, el gobierno y la Reserva federal tuvieron que intervenir, pues entre las dos empresas suman, en hipotecas y derivados hipotecarios, la fabulosa cifra de casi 5,3 billones de dólares: casi la mitad del volumen de todo el mercado hipotecario norteamericano y cerca de un tercio del PIB estadounidense. Su colapso sería un desastre, entre otras cosas por los bancos centrales extranjeros que tienen en sus portafolios masas de títulos de ambas financieras hipotecarias. Puesto que los EEUU –particularmente en Asia— dependen financieramente de esos bancos, no pueden ignorar los intereses de los mismos. Según las estimaciones de los expertos, sólo en la tesorería del Banco Cenral chino se hallan unos 600 millones de dólares en títulos de Fannie Mae y Freddie Mac, una décima parte del volumen de emisión.

El Estado norteamericano ha dispuesto tres anillos de salvación alrededor de Fannie y Freddie. Primero, levantará provisionalmente el límite crediticio actual de ambas, que es de 2,25 mil millones de dólares. En segundo lugar, el estado comprará por vez primera acciones de empresas patrocinadas por él mismo, cosa que debe autorizar el Congreso. En tercer lugar, la Reserva Federal abrirá su ventana de descuentos y permitirá el acceso de Fannie Mae y Freddie Mac a créditos de urgencia a los que hasta ahora sólo podían acceder negocios y bancos de inversión privados. Un detalle con pimienta: la Reserva Federal exige garantías; es decir, que se pongan a la venta títulos garantizados, como los bonos del tesoro u obligaciones emitidas por empresas públicamente patrocinadas (GSE, por sus siglas en inglés). Ello es que, Fannie y Freddie son, con diferencia, las mayores empresas públicamente patrocinadas; de modo que la Reserva federal lo que hace, en la práctica, es permitirles imprimir títulos de obligaciones o emitir acciones que valdrán inmediatamente como préstamos de la propia Rserva federal. Un negocio aventurero.

Hasta donde alcanza a verse, Fannie y Freddie necesitarán ulteriores inyecciones de capital en cantidades milmillonarias, de modo que el gobierno estadounidense no tendrá más remedio la próxima vez que nacionalizarlas. Si se llegara a un acto de salvación de ese tenor, las deudas públicas de los EEUU se doblarían de golpe.

Nuevas burbujas especulativas

La mencionada agencia pública de garantía de depósitos (FDIC) tiene bajo su protección a más de 8.500 bancos y cajas de ahorros. En su último informe trimestral, incluía un listado de 90 bancos o cajas amenazados (¡el IndyMac Bancorp no figuraba en la lista!). Desde entonces circulan dossiers con listas de más de 150 candidatos a la quiebra que podrían llegar a ejecutarse concurso antes de fin de año, con pérdidas imposibles de compensar para la FDIC. Viene aquí a la memoria la gran crisis bancaria norteamericana de 1990-91, cuando cientos de pequeñas y medianas cajas de ahorros se desplomaron.

Hace sólo unos días, la mayor caja de ahorros de los EEUU, la Washington Mutual, perdió en la bolsa de Nueva York un 37% del valor de sus acciones luego de saberse que había perdido 26 mil millones de dólares en sus negocios con créditos hipotecarios basura. Otros bancos regionales han vivido también estos días pérdidas bursátiles de entre el 18 y el 29 por ciento. Hay que esperar más noticias de este tipo, porque en las próximas semanas vendrá la revisión de una muchedumbre de créditos hipotecarios a interés variable. Dicho de otra manera: la carga de los intereses si disparará para millones de propietarios de vivienda.

No es, pues, sorprendente que las financieras de automóviles y empresas de tarjetas de crédito caigan en el hoyo de la crisis, arrastrando así a otros bancos que nada tienen que ver con los créditos hipotecarios. Puesto que las aseguradoras estadounidenses, que responden a escala mundial por préstamos por valor de 2,6 billones de dólares, están también atrapadas en el dilema y negocian con los bancos un plan de salvación, no se puede esperar de ellas mucha ayuda. Aun cuando los bancos lleguen a un acuerdo con grandes aseguradoras como Ambac y FGIC, caerán en los ratings, de modo que los riesgos de desplome para todos los bancos se dispararán y habrá que contar con ulteriores amortizaciones y depreciaciones milmillonarias.

El jefe de la Reserva federal, Ben Bernanke, ha hablado por primera vez ante la comisión bancaria del Congreso de la amenaza de una crisis sistémica del mercado financiero nacional. Casi al mismo tiempo, habló en la misma sede, junto con Thomas Jenkins, un alto ejecutivo de la "industria financiera" norteamericana. Fue transparente: el actual desastre sólo tiene una salida: más burbujas especulativas. Sin un paso así, el sector financiero no saldrá del cieno, la economía norteamericana no puede sobrevivir sólo con "inversiones sanas". De lo que se trataría es de encontrar (o de inventar) lo antes posible nuevos objetos de especulación y de hacérselos apetitosos al público, a fin de que la industria financiera pueda compensar las pérdidas actuales y las venideras. Una verdad digna de ser notada sobre el capitalismo actual, en el que la relación entre booms y bubbles –entre la economía "real" y la financiera— se ha invertido.

[1] Michael Krätke, miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO, es profesor de política económica y derecho fiscal en la Universidad de Ámsterdam e investigador asociado al Instituto Internacional de Historia Social de esa misma ciudad.
Traducción para www.sinpermiso.info: Casiopea Altisench
[2] Este banco británico, duramente golpeado por la crisis, fue salvado de la quiebra con una nacionalización provisional el pasado febrero.

martes, 29 de julio de 2008

Walden Bello sobre la OMC

Los acuerdos de Doha ponen en peligro al sector servicios


Walden Bello[1] 27/07/08
Traducción para http://www.sinpermiso.info/: Juan José Mediavilla

Desesperado por cerrar un nuevo tratado global comercial, el jefe de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Pascal Lamy, está planeando convocar una reunión «mini-ministerial» en la tercera semana de julio. La intención es salir de ella con acuerdos comerciales para la liberalización de mercados en la agricultura, la industria y los servicios, los cuales han sido el foco de atención de los llamados Acuerdos de Doha de la OMC que se vienen alargando desde 2001. Los gobiernos de los países más desarrollados han acordado justamente textos que se refieren a ilusorias promesas de reducción de los subsidios en agricultura en la Unión Europea y en los Estados Unidos, lo que necesita de ambos que recorten sus aranceles industriales proporcionalmente más que los países en vías de desarrollo. Se permitirían, no sólo a sí mismos, malos acuerdos que pondrían en un grave aprieto al sector servicios, incluyendo actividades tan vitales como la provisión de agua, la energía y la intermediación financiera. Mientras la atención global se ha centrado en las charlas sobre los subsidios agrícolas y los aranceles industriales, los Estados Unidos y la Unión Europea han puesto de manifiesto que no aceptarán ningún paquete de medidas que no incluya los servicios.

Como ha dejado tajantemente claro hace poco la representante de comercio de los Estados Unidos, Susan Schwab, Washington «no aceptará unas medidas de Doha que no incluyan unos resultados ambiciosos en la liberalización de los servicios que conlleven resultados comercialmente significativos».

Mientras Schwab describe los servicios como el primo pobre de la agricultura y la industria, un posible resultado es un acuerdo en materia de servicios que no vaya acompañado de otros en agricultura e industria. Con la polarización entre el norte y el sur en agricultura e industria, salvando los acuerdos sobre servicios de Doha, que representan entre un 50 y un 60% de la actividad económica de los países más desarrollados, puede ser una opción más que atractiva para los EE.UU y la UE.

El Acuerdo General de Mercados de Servicios (General Agreement on Trade in Services, GATS), exige a los países conceder el mismo tratamiento a los proveedores de servicios extranjeros que a las empresas locales. No obstante, los países en desarrollo se muestran poco dispuestos a hacer esto, debido a su actual mínima capacidad de regular los negocios transnacionales. Sus temores han sido ventilados por problemas actuales del sistema financiero, y se encuentran con la ausencia de regularización global de los operadores financieros de los países desarrollados.

Si bien los servicios financieros son sólo uno de los muchos que cubre el GATS, los EE.UU y la UE han hecho un sector financiero liberalizado con importantes demandas en los países en desarrollo. Se ha revelado que la UE ha pedido que algunos países en desarrollo eliminen las regulaciones sobre las actividades de los hedge funds, las agrupaciones financieras que fueron las causantes del colapso del baht [moneda tailandesa, N. de la R.] en 1997.

La UE también ha pedido a México que abra sus mercados a los “derivados”, inseguros instrumentos financieros que han jugado un papel importantísimo en el caos financiero actual.

Muchos países en vías de desarrollo reciben con los brazos abiertos el capital extranjero, pero han aprendido lo costosa que resulta la presencia de una fuerte financiación extranjera, pues supone un fuerte régimen de regulación a la medida de sus particulares necesidades y capacidades.

Fue la indiscriminada eliminación de los controles del capital en estas regiones por orden del Fondo Monetario Internacional y el Departamento de Hacienda de los EE.UU la que causó la devastadora crisis financiera asiática. Con prácticamente todos los controles del capital suprimidos y las leyes de inversión liberalizadas, casi 100 mil millones de dólares americanos desembocaron en las economías asiáticas entre 1993 y 1997, con el capital tendiendo hacia áreas de alto y rápido beneficio, como el del mercado de valores de bienes inmuebles.

Con pocos controles hacia donde iban los fondos, la sobreinversión pronto hundió las reservas y las economías domésticas, causando un colapso de los precios y el consecuente trastorno para los tipos de cambio, la balaza de pagos y la balanza comercial. Llevados por el pánico, los especuladores huyeron por la primera salida que vieron. Con las leyes de entrada y salida liberalizadas, los gobiernos no tenían manera —exceptuando a Malasia, que desafió al FMI e impuso controles de capital— para parar la estampida; y los 100 mil millones de dólares, que desaparecieron de la región en pocas semanas en el verano de 1997, conllevaron una chirriante parada del crecimiento económico desde Corea hasta Indonesia.

Después de la crisis financiera asiática, la de Argentina, y el crack del dot.com entre 2000 y 2002, todos ellos causados por las burbujas especulativas y la falta de regulación financiera, uno podría pensar que las autoridades de los países desarrollados harían hincapié en la regulación de las actividades de los actores financieros globales.

Sin embargo, la financiación global se resistió a cualquier movimiento hacia una regulación efectiva. Si bien se levantaron voces que pedían controles a la proliferación de los instrumentos financieros como los “derivados”, esto nunca se consiguió. La evaluación y regulación de los “derivados” iba a dejarse en manos de los agentes del mercado, quienes supuestamente tenían acceso a sofisticados modelos de «evaluación de riesgos» cuantitativos que traerían el desarrollo.

Arrasados por las consecuencias de esta desregulación financiera, muchos países en desarrollo no se sorprendieron cuando la autorregulación les condujo a una burbuja inmobiliaria que cuando explotó puso al sistema global de finanzas al borde del colapso.
Una de las más conocidas escenas de las antiguas películas de oeste es esa en la que un tren acelera hacia una colisión inminente con otro, con la mano sin vida del maquinista, al que unos bandidos han disparado, apoyada sin remedio sobre el acelerador. El desarrollo actual de las finanzas globales es una reminiscencia de esa escena.

El consenso global está formando una re-regulación del sector financiero. Pero la despreocupación por este consenso emergente y el caos financiero alrededor de él de los países desarrollados que negocian en la OMC, es como la mano muerta del maquinista, continúa acelerando, presionando a los países en desarrollo para hacer acuerdos en materia de servicios que liberalicen drásticamente su sector financiero.

Los países en desarrollo conducirían el tren a la colisión de la que naturalmente sobrevendrá la determinación de los EEUU y la UE de conseguir la liberalización financiera global a cualquier precio. Aquéllos no deberían conformarse con un acuerdo del sector servicios que comprometiera su capacidad para regular sus propios sectores financieros y otros servicios.

Lo que deben hacer es decir no a los acuerdos arancelarios en agricultura e industria que les sitúan en unas condiciones injustas, y deben también no tomar parte en los acuerdos sobre el sector servicios que no les reportaría otra cosa que ser arrastrados a una terrorífica espiral de desregularización financiera global.

[1] Walden Bello es profesor de Sociología en la Universidad de Filipinas y alto analista del Global South, instituto de investigación de la Universidad de Chulalongkorn en Bangkok.

viernes, 25 de julio de 2008

MANIFIESTO POR LA SUPERVIVENCIA


Grupo de estudiantes de Ecología Humana de la Universidad Autónoma de Madrid
http://www.uam.es/personal_pdi/ciencias/msandin/


Este texto ha sido el resultado de un intenso trabajo de recopilación de datos, de un debate de ideas y de un amplio consenso logrado entre alumnos de quinto curso de la Licenciatura en Biología que se imparte en la Universidad Autónoma de Madrid.

Como se puede suponer, la intención de este manifiesto no tiene ninguna causa interesada ni un ánimo de sembrar la inquietud. Ninguno de nosotros tenemos relación alguna con ningún grupo mediático, político o económico ni limitaciones impuestas por ninguna jerarquía académica, por lo que cuanto escribimos proviene tan sólo de nuestra vocación por difundir una información que entendemos necesaria sobre un gravísimo problema, que nos atañe muy de cerca, desde un punto de vista basado en datos científicos.

El cambio climático es ya más un hecho constatado que una teoría. Este fenómeno ha alcanzado gran resonancia en los medios de comunicación en los últimos años, sin embargo, la fragmentación de la información, el escepticismo y la creación de intereses cruzados han creado un clima de confusión general que afecta a la percepción de la gravedad de esta crisis inminente.

Los medios de comunicación ofrecen a diario noticias sobre el cambio climático, si bien éstas presentan, muchas veces, una información puntual, a veces contradictoria, vagamente desarrollada y ampliamente desligada. Por otra parte, la difusión general y no especializada sobre el tema parece permitir que cualquier persona, sin importar su formación o sus conocimientos reales sobre este fenómeno, pueda pronunciarse de forma aparentemente consistente y válida. Así pues, es extremadamente frecuente oír tesis infundadas a personajes públicos sin ningún tipo de formación científica, provenientes del mundo de la política, la economía, el periodismo o la televisión, relegando los datos y estudios científicos al mismo nivel que estas opiniones subjetivas. Como consecuencia, la percepción del verdadero problema queda minimizada para muchas personas que no observan en los pequeños cambios producidos en su entorno inmediato ningún síntoma preocupante.

En el ámbito de la difusión de los datos sobre este problema hay también factores que favorecen la inconsistencia de la información acerca del cambio climático y sus consecuencias. En primer lugar, parece existir una confusión generalizada entre los ecólogos (científicos que se dedican al estudio empírico de la dinámica global y local de los ecosistemas) y los ecologistas (activistas, con o sin formación, que defienden el cuidado de la naturaleza incondicionalmente) dando a su vez el mismo valor a los actos y tesis de ambos, reduciendo al nivel de activismo exaltado y desmereciendo la credibilidad de los datos y conclusiones puramente científicas y demostrables de los ecólogos. Por otra parte, algunos científicos corruptos, cuyos nombres han sido recientemente revelados por la Academia de Ciencias Británica, han sido sobornados por las grandes empresas petroleras y de otros sectores, para tergiversar u ocultar datos, así como emitir tesis en contra del calentamiento global con el fin de mantener su producción y sus beneficios aún a costa de seguir promocionando esta catástrofe. El cambio climático, lejos de ser considerado con la seriedad que se merece, se ha convertido en una carta más a jugar en la economía mundial. Ignorado o subvalorado por unos y visto como un negocio a explotar por otros, el cambio climático es contemplado bajo un peligroso prisma empresarial.

Este tratamiento de la información da lugar a una confusión general que es acentuada por el estudio discreto de los efectos que produce y producirá el cambio climático, en vez de un análisis global y generalizado, y que no permite una concienciación seria y realista del fenómeno que nos acontece. La Tierra es un sistema extremadamente complejo en el que se dan simultáneamente una enorme cantidad de procesos altamente interrelacionados y la variación drástica de la dinámica de uno o varios de estos factores puede repercutir, como de hecho ya está ocurriendo, en el funcionamiento general del ecosistema global, con catastróficas consecuencias para los seres humanos.

El calentamiento global es consecuencia de un aumento considerable en el nivel de CO2 y otros gases producidos, fundamentalmente, aunque no únicamente, durante la quema de combustibles fósiles en la atmósfera terrestre. Como ya está suficientemente comprobado, este incremento de concentración ha producido un aumento en el efecto invernadero de nuestro planeta y la consecuente subida de las temperaturas medias anuales en todo el globo y acidificando las aguas oceánicas al difundirse el CO2 como ácido carbónico. Este cambio en la temperatura está ligado a la aparición de otros fenómenos subyacentes que se retroalimentan provocando una desestructuración general de la dinámica ecológica de nuestro planeta y los seres vivos que lo habitamos.

Así pues, el aumento de las temperaturas tiene consecuencias visibles directas sobre el derretimiento anormal y acelerado de los casquetes polares y otras masas heladas, si bien en pocas ocasiones se plantean los graves problemas que a su vez conlleva este hecho. Al derretirse estas enormes masas de hielo se liberan al mar millones de litros de agua dulce y de muy baja temperatura, provocando un aumento inmediato del nivel del mar, lo que inundará zonas costeras y tierras por debajo de su nivel actual (como los Países Bajos, por ejemplo), pero también modificando las corrientes oceánicas actuales afectando seriamente a los ecosistemas marinos de los que depende la pesca mundial y modificando los patrones climáticos dependientes de los casquetes polares, resecando el aire y desertizando amplios territorios.

Pero no todo el hielo está en los casquetes polares, según publicó recientemente Gabrielle Walker en la prestigiosa revista Nature, el permafrost del ártico, extensa capa de tierra permanentemente helada y extremadamente rica en materia orgánica, está derritiéndose de forma acelerada, lo que puede dar lugar a la liberación masiva de una cantidad de metano comparable a la ya presente en la atmósfera. Este aumento desmesurado en la concentración de gas invernadero retroalimentará los efectos del calentamiento global acelerando su ritmo y extremando sus consecuencias.

Por otro lado, se ha estimado que el aumento de tan sólo dos grados en la temperatura media global será suficiente para reducir en un 60% la producción mundial de cereales, así como más gravemente la de otras plantas cultivables. Los cereales son la base de la alimentación humana y del ganado que producimos, lo que irremediablemente desembocará en una crisis alimentaria a escala mundial. Este deterioro en la capacidad de producción, así como la reducción de las tierras habitables por la trasgresión marina y la desertización, y la acentuación de las desigualdades económicas y sociales aumentarán de forma desorbitada las migraciones humanas en situaciones desesperadas (y no sólo en los países pobres), fomentando un clima de conflicto inminente.

La destrucción generalizada de los hábitats naturales promueve además la extinción masiva y abrupta de gran cantidad de especies, desestabilizando la gran complejidad biológica de los ecosistemas. Este hecho, tenido generalmente en baja consideración, es de una gran importancia, pues los recientes estudios sobre la integridad ecológica revelan que estos sistemas son extremadamente complejos y regidos por las interacciones estabilizantes de todos sus componentes, y muy especialmente de una inabarcable cantidad y variedad de virus y bacterias. Estos microorganismos son los más abundantes de todos los seres existentes en la Naturaleza y están presentes en todos los sistemas biológicos y ecológicos. Según estudios publicados en Nature, por cada litro de agua marina hay cerca de 1010 virus y 109 bacterias que regulan la base nutricional de la que dependen todos los organismos acuáticos (incluidas las especies de pesca habitual) e incluso influyen en los ciclos geoquímicos como la descomposición orgánica, la asimilación del nitrógeno y el azufre en los vegetales o la formación de las nubes. Los estudios en otros ambientes, como el suelo o el hielo ártico, revelan resultados similares en cuanto a variabilidad, importancia y abundancia. Pero estos microorganismos, pese a desempeñar un papel imprescindible en los sistemas equilibrados, son susceptibles a los cambios en la dinámica del planeta, y una variación en la capacidad infectiva o en la dinámica normal de los mismos puede tener consecuencias catastróficas en el desequilibrio de los ecosistemas y la malignización de estos microbios. Existen estudios, constatados y publicados en revistas especializadas, que prueban que los cambios en la temperatura global afectan a estos y otros microorganismos potenciando la aparición y el efecto de enfermedades que están llevando a la extinción de especies por medio de epidemias impulsadas por el cambio climático. Los seres humanos, como seres vivos que somos, ya estamos potencialmente expuestos a las enfermedades emergentes y a los cambios en la distribución de aquellas infecciones que actualmente se restringen a regiones específicas, pero este fenómeno puede conducir, además, a la aparición de nuevas plagas.

Además, la desaparición de especies desorganiza las complejas redes de nutrición de los ecosistemas equilibrados, permitiendo el desarrollo desmesurado de especies de invertebrados y microorganismos susceptibles a convertirse en plagas para los seres humanos y para los cultivos, acentuando la previsible grave situación de los mismos. De forma análoga, los arrecifes de coral, en los que se condensa gran parte de la biodiversidad marina, están sufriendo severamente los aumentos en la temperatura y acidez del océano, desapareciendo de forma drástica la base de estos ecosistemas esenciales para la integridad de los océanos, pero también para la alimentación y la vida humana. Según expuso Camilo Mora, de la Dalhousie University en Canadá, a la revista Science: “los arrecifes generan cerca de 30.000 millones de dólares al año en pesca, turismo y protección de las costas ante las tormentas marinas” y “albergan a 9 millones de especies – un tercio de todas las formas de vida conocidas”.

Pero el problema es aún más complejo. El nivel de CO2 en la atmósfera es regulado de forma natural por los procesos fotosintéticos de los vegetales, muy especialmente en la extensa selva amazónica. Sin embargo, la exhaustiva actividad de deforestación que se está llevando a cabo en la Amazonía y otras selvas con fines únicamente comerciales está disminuyendo de forma radical la extensión de este ecosistema que alberga a la mayor parte de la biodiversidad terrestre, ejerce un efecto de filtro sobre el gas invernadero y es un generador mundial del oxígeno que respiramos. La destrucción de la selva conlleva grandes repercusiones sobre la vida en la Tierra y el interés por su conservación no tiene nada que ver con salvaguardar la existencia de especies exóticas por fines morales o humanistas, sino que su erradicación compromete seriamente la calidad de vida e incluso la supervivencia de la misma, destruyendo la mayor fuente de oxígeno del planeta, favoreciendo la acentuación de la oscilación de las temperaturas, modificando la dinámica hídrica de todo el globo y desestabilizando un complejo ecosistema del que pueden emerger diversas enfermedades y plagas.

Muchos de los problemas que hemos mencionado, y algunos más, son conocidos y difundidos constantemente, pero hay dos conceptos sobre los cuales no se habla suficientemente: El primero es el de “retroalimentación”. Entre todos los fenómenos naturales mencionados existe una compleja red de interacciones sujetas a procesos de retroalimentación positiva (efectos derivados de un fenómeno que, a su vez, lo aceleran) y negativa (que lo mitigan), pero el desequilibrio creado por las actividades humanas ha potenciado los procesos de retroalimentación positiva. Algunos son muy evidentes, como el hecho de que la disminución de la superficie helada reduce la capacidad de reflejar el calor del sol, con lo que se acelera el calentamiento que, a su vez, acelera el proceso, pero hay muchos otros, menos intuitivos, pero de una importancia semejante, como la saturación de las aguas marinas en su capacidad de absorber CO2, el hecho de que el agua menos salinizada se calienta y evapora más rápidamente produciendo vapor de agua, también con efecto invernadero, y unos cuantos más, también de origen antrópico, cuyas consecuencias son una aceleración progresiva del calentamiento global. Y el proceso ya está desencadenado.

El segundo, es que los fenómenos ecológicos siguen la dinámica de los “sistemas complejos”, en la que todos sus componentes están íntimamente interrelacionados y en los que una alteración del equilibrio tiene consecuencias en todo el sistema que no son proporcionales a dicha alteración. Es lo que se conoce como “relaciones no lineales”. Los sistemas complejos se caracterizan por una gran capacidad de ajuste a las alteraciones, pero llegados a un punto de desequilibrio extremo, la consecuencia es un colapso catastrófico.

Ante este desesperante panorama, probablemente más cercano de lo que comúnmente se cree, es necesario buscar soluciones inmediatas y efectivas. Es más, todos los esfuerzos de la Humanidad deberían estar encaminados en esta tarea. Sin embargo, en lo que parece un intento por conservar la forma de vida actual de los países ricos y el sistema socioeconómico imperante, lo que, a modo de anestesia mental, llega a la población, son las ideas de determinados científicos (o científicos de determinados países) que tratan de teorizar soluciones tecnológicas basadas en un remarcable e inadmisible reduccionismo científico y en la completa incomprensión del ecosistema terrestre y del cambio climático como fenómenos de alta complejidad de interacción. Entre estas soluciones encontramos ideas tecnológicas que, si bien seducen al público general con su aspecto sacado de las novelas de ciencia ficción, se basan en una visión mecanicista de la vida en la que los factores se pueden modificar individualmente y no se retroalimentan (lo cual es claramente erróneo) y son absolutamente dominables y comprensibles para el hombre (lo que también es falso y necio): bombardeo de la atmósfera con gases de azufre, puesta en órbita de filtros y espejos solares, creación de “árboles” artificiales, desarrollo de productos transgénicos... Todas estas “soluciones” son claramente ilusorias respecto a su viabilidad y sólo provocarían aún más efectos nocivos como la intoxicación de la atmósfera, cambios en la dinámica climática, descenso de la capacidad fotosintética de los vegetales, contaminación biológica... Sin embargo, parece que la solución tecnológica más tenida en consideración es la vuelta a la energía nuclear como fuente energética no productora de gases invernadero. Como es ampliamente conocido, la energía nuclear genera residuos radiactivos altamente nocivos para la vida, que no se pueden reciclar ni eliminar de ninguna forma conocida. Los residuos nucleares son almacenados en barriles y enterrados en estructuras subterráneas o submarinas, con la vaga esperanza de que cuando salgan al exterior haya transcurrido suficiente tiempo para no tener que buscar culpables. Estos residuos se almacenan en países del tercer mundo bajo la falsa excusa de que no provocarán ningún daño a la población, pero lo cierto es que si la seguridad fuese absoluta nadie se molestaría en exportar estos productos tóxicos a países subdesarrollados. Las fugas radiactivas ya ocurrieron en el pasado con el auge de esta tecnología y sus efectos fueron catastróficos, prolongándose durante generaciones. Y todo esto, sin contar con la posibilidad de accidentes o ataques premeditados.

Por otro lado están las llamadas energías renovables o ecológicas. Estas fuentes de energía (solar, eólica, hidráulica, biocombustibles, etc.) presentan ciertos problemas con respecto a su instalación e impacto sobre el medio, pero su mayor limitación es que no son capaces de generar tanta energía como los combustibles fósiles, por lo que su utilización aislada no permitiría el mantenimiento del consumo energético actual ni del mercado vinculado a éste.

Los más prestigiosos (y galardonados) “profetas del cambio climático” culpan de esta situación “al ser humano” en abstracto, y promueven soluciones basadas en la actitud individual (“Qué debo hacer para luchar contra el cambio climático”) y soluciones tecnológicas en las que muchas empresas “pioneras” ven una nueva y enorme fuente de ingresos. Pero si algo está claro es que la única solución para hacer frente a la tremenda crisis que se avecina no pasa por reforzar la tecnología y la economía, sino en arrancar de raíz la fuente del problema. El cambio climático es, única y exclusivamente, producto del modelo socioeconómico actual, su desarrollo desorbitado a partir de la revolución industrial y el apoyo científico a su práctica a lo largo de los últimos doscientos años. La explotación indiscriminada de los recursos naturales, y la repartición extremadamente desigual de la riqueza, que sitúa al 99% de la población bajo las decisiones de unas pocas personas y entidades, la irreflexión sobre los avances tecnológicos y la contaminación y el agotamiento de todas las fuentes naturales son las condiciones necesarias para la supervivencia de un modelo socioeconómico que basa el supuesto bienestar humano en el aumento constante y creciente de la riqueza económica de unos pocos, aunque irremediablemente provoque el empobrecimiento de la calidad de vida ambiental y social del resto del planeta. La amplia liberalización de las operaciones privadas y la ausencia de control sobre ellas o, en otras palabras, la transferencia de decisiones económicas desde un campo, al menos, supuestamente, bajo control democrático (gubernamental) a uno carente del mismo (privado), hace que los modos de producción y de movimientos de capital se configuren a escala planetaria, mientras los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo que se ha denominado la "sociedad en red" (la red de los poderosos) cuyo único interés son sus crecientes beneficios. La búsqueda de soluciones tecnológicas irreales se basa en la intención de mantener este sistema socioeconómico intacto como base del desarrollo humano, si bien es más que evidente que es este desarrollo neocapitalista el que nos ha llevado a la crítica situación actual. Por lo tanto, la solución lógica pasa por la concienciación de la verdadera gravedad de este problema al público general (que es la finalidad de este texto) y a los dignatarios que nos gobiernan, realizar análisis complejos e integradores para prever las consecuencias y paliar coherentemente sus efectos, pero, sobre todo, aplicar un inmediato cambio hacia un modelo socioeconómico que no comprometa la existencia del Hombre sobre la Tierra.

No se trata de una propuesta utópica o candorosa. Somos conscientes de que si los máximos responsables de esta desesperada situación no han cambiado su actitud depredadora a pesar de que pueden ver diariamente los rostros de sus víctimas, no van a hacerlo pensando en las generaciones futuras. Se trata de dejar constancia de que las verdaderas causas de este problema son evidentes y de que no habrá solución si no se hace frente a ellas.

Tratar de conservar la tierra para las generaciones futuras ha sido siempre una de las metas del hombre en todos los pueblos del mundo. Al ser olvidada esta obligación moral durante más de tres siglos de desarrollo insostenible e irracional, ahora nos veremos obligados a luchar duramente por conservar la esperanza para la vida.

Cantoblanco, 5 de Junio de 2007

viernes, 18 de julio de 2008

El destino de la espontaneidad revolucionaria (D. Guérin)

Extracto de Rosa Luxemburg et la spontanéité révolutionnaire [Rosa Luxemburgo y la espontaneidad revolucionaria](Daniel Guérin, 1971):

Las ideas de Rosa Luxemburg acerca de las funciones de la espontaneidad y el partido revolucionario dieron lugar, después de su muerte, a un debate ininterrumpido y que no parece cercano a su fin.
J. P. Nettl presenta en su biografía de Rosa un sabroso resumen de las sucesivas y contradictorias “vueltas” respecto del tema por parte del comunismo internacional y, sobre todo, el partido comunista alemán. La herencia de la teórica siguió la suerte de las numerosas sinuosidades de la “línea” establecida en Moscú, con sus repercusiones en Berlín.
Dieciocho meses después de su trágica muerte, Rosa era todavía reverenciada como inspiradora y teórica del comunismo europeo, y August Thalheimer rendía un vibrante homenaje al conjunto de su obra. Sus críticos eran tratados de “fariseos marxistas”[1]. Lenin escribía en octubre de 1920 acerca de la revolución de 1905: “Los representantes del proletariado revolucionario y del marxismo no falsificado, tan notables como Rosa Luxemburg, comprendieron inmediatamente la importancia de esta experiencia práctica”, mientras que los socialdemócratas “se mostraron completamente incapaces de comprender esta experiencia”[2].
Todavía en 1922, Lenin, al enumerar los errores cometidos por Rosa Luxemburg, no mencionaba ni explícita ni implícitamente sus ideas sobre la espontaneidad. Concluía que: “a pesar de sus errores había sido y seguía siendo un águila”. Reprendía a los comunistas alemanes por el “increíble retardo” en la publicación de sus obras completas, indispensables, estimaba, “para la educación de numerosas generaciones de comunistas”[3].
Pero las críticas se hicieron más ásperas cuando, en 1922, Paul Levi se decidió a publicar un texto inédito explosivo, La revolución rusa, cuyo manuscrito había reservado demasiado prudentemente desde setiembre de 1918. Clara Zetkin y Adolf Warski escribieron sendos folletos en los cuales las opiniones de Rosa sobre la revolución rusa eran seriamente refutadas [4].
El filósofo Georg Lukacs había publicado en enero de 1921 un ensayo donde hacía el elogio de la concepción luxemburguiana de la espontaneidad de las masas. Pero en enero de 1922 y, sobre todo, en setiembre de 1922, publicaba otros dos ensayos, más agridulces, en los que reprochaba a Rosa el haber subestimado el papel del partido revolucionario. El escándalo de la publicación del molesto inédito de 1918, sin duda, había modificado su juicio [5].
Sin embargo, antes de 1924, el Partido Comunista alemán tenía una dirección más o menos luxemburguista, cuyos voceros eran August Thalheimer y Jakob Walche, antiguos espartaquistas, Heinrich Brandler y Ludwig. Serían expulsados en 1927 y formarían el “K.P.O.” (partido comunista de oposición) Fue a comienzos de 1924, después del fracaso de la revolución alemana del verano de 1923 y, por vía de consecuencia, de la caída de la dirección Brandler-Thalheimer de la dirección del P.C. alemán, acontecimiento seguido de cerca por la muerte de Lenin, cuando las ideas de Rosa se convirtieron en heréticas.
Zinoviev dominaba entonces en la internacional comunista, y una dirección de ultraizquierda, con Ruth Fischer y Arkadi Maslov a la cabeza, se había apoderado del P.C. alemán. La terrible Ruth no dudó en acusar a Espartaco de no haber roto claramente en ningún momento con la segunda internacional, y diagnosticó en la influencia de Rosa nada menos que “un bacilo de sífilis”. En 1925 fue más lejos, y las ideas de Rosa Luxemburg se convirtieron en un cuerpo de doctrina reprobado: el luxemburguismo. Ruth Fischer atacó violentamente la actitud de Rosa respecto del problema de la organización. Le atribuía una caricaturesca teoría de la espontaneidad, en la cual la espontaneidad o la autoactividad de las masas lo era todo, mientras el partido quedaba reducido a una simple abstracción [6].
Paul Frölich, biógrafo y compañero de armas de Rosa, se alzó contra esa falsificación: “El sediciente mito de la espontaneidad en Rosa Luxemburg no se mantiene en pie [...]. No fue Lenin, sino, después de su muerte, Zinoviev, quien lanzó esta mentirosa acusación, con el fin de consolidar la autoridad absoluta del partido bolchevique sobre la internacional comunista.
El antiluxemburguismo fue un artículo de fe para la escolástica stalinista. Se convirtió en la adecuada expresión de una mentalidad de burócratas de Estado y partido, que no conducían a las masas en lucha, sino que subyugaban a las masas desarmadas y cautivas”[7].
Mientras, en noviembre de 1925, en ocasión del 14 congreso del P.C. ruso, Zinoviev era desplazado por Stalin y poco después Ruth Fischer era cubierta de lodo y excluida luego del P.C. alemán. Por un tiempo Rosa Luxemburg quedó rehabilitada.
Había sido la víctima de la amazona ultraizquierdista. Pero esta amnistía no duró mucho. El ala derecha del P.C. ruso había triunfado en Moscú, siendo Bukharin su adalid, quien se aplicó a demoler La acumulación del capital. El más importante elemento de error en esta obra de Rosa sobre economía era su teoría de la espontaneidad [8].
Sin embargo, la persona de Rosa quedaba rehabilitada y cuidadosamente diferenciada de lo que seguía siendo herejía: “el luxemburguismo”.
Las cosas se arruinaron una vez más cuando en 1931 José Stalin en persona y Lazar Kaganovich, a su turno, atacaron públicamente a Rosa. El déspota fabricó una amalgama entre Trotsky, Rosa Luxemburg y Parvus, acusados los tres del pecado de “revolución permanente”, mientras Kaganovich ponía fin a la culpable indulgencia de separar a Rosa del “luxemburguismo” [9].
Trotsky, en el exilio, criticó agriamente el artículo de Stalin, “calumnia afrentosa e infame contra Rosa Luxemburg”, “dosis masivas de grosería y deslealtad”, para concluir: “Tanto mayor es nuestro deber de transmitir en todo su esplendor y su alto poder educativo esta figura verdaderamente maravillosa, heroica y trágica, a las jóvenes generaciones del proletariado”[10].
En un artículo posterior, Trotsky, atacaría más bien a los luxemburguistas y no a Rosa [11].
Actualmente, en Alemania del Este, se ha desistido de encerrar a Rosa en un “espontaneísmo” excluyente, prefabricado, y se ha iniciado una edición de sus Obras completas, sin suprimir ninguno de sus escritos, ni aquel en contra de Lenin de 1904.
El anterior repaso histórico ayuda a comprender las controversias en torno de las ideas de Rosa sobre la espontaneidad, que se han multiplicado en la medida que se agranda el prestigio de su autora y sus obras adquieren mayor difusión.
El “luxemburguismo” ha conocido varios renacimientos fuera del movimiento comunista ortodoxo. El primer luxemburguista de lengua francesa fue Lucien Laurat. Fue uno de los fundado res del P.C. austríaco, luego miembro del P.C. ruso, seguidamente miembro del P.C. belga. Ya era un luxemburguista clandestino antes de romper con el P.C. belga en 1928 y de radicarse en Francia. Había publicado dos artículos, bajo el seudónimo de Primus, en el Boletín comunista de Boris Souvarine a partir de 1925. Después de su expulsión del partido, publicó artículos luxemburguistas en las revistas Clarté, después Lutte de Classes. En 1930 publicó un Resumen de La acumulación del capital.
La soledad de Laurat terminaría a partir de 1933. En efecto, la llegada de Hitler al poder, la derrota del proletariado del otro lado del Rhin y la bancarrota del Partido Comunista alemán favorecieron una reactualización del luxemburguismo. Sus voceros de lengua alemana fueron principalmente exiliados: Miles (seudónimo de Karl Frank), que publicó un folleto distribuido clandestinamente en el Tercer Reich: Neu Beginen (“Nuevo comienzo”), y los líderes del pequeño partido obrero socialista (disidente) de Sajonia, Sozialistisehe Arbeitpartei (SAP), Oskar Wassermann, Jakob Walcher, Boris Goldenberg.
En Francia, la compañera de Laurat, Marcelle Pommera, fundó en octubre de 1933 la revista luxemburguista Le Combat Marxiste; por su parte René Lefeuvre creaba las revistas luxemburguistas Masses, seguidamente Spartacus, luego los Cahiers Spartacus. Para esta última publicación Lucien Laurat escribió el prefacio de una compilación de textos de Rosa, Marxisme contre dictature (1934), mientras André Prudhommeaux recogía los elementos del folleto Spartacus 1918-1919 (Masses Nº 15, 1934). En 1937, Michel Colinet prologaba una reedición para los Cahiers Spartacus, de La revolución rusa. Marceau Pivert prologaba ese mismo año un pequeño inédito de Rosa: L’Église et le socialisme. El movimiento político animado por Marceau Pivert, en un principio izquierda revolucionaria del partido socialista, después partido socialista obrero y campesino, estaba fuertemente impregnado de las ideas luxemburguistas.
El segundo renacimiento del luxemburguismo data de mayo de 1968, que en los hechos marcó la inesperada reaparición de la espontaneidad revolucionaria. (...)

Notas
[1] August Thalheimer, Las obras teóricas de Rosa Luxemburg, Die Internationale, 1920, 11, Nos. 19 y 20, pp. 19-20.
[2] Lenin, Contribución a la cuestión de la dictadura, en Oeuvres, ed. 1935, XXV, p. 511.
[3] Lenin, escrito póstumo en Pravda del 16-4-24, Sochineniya, XXXIII, p. 184.
[4] Clara Zetkin, Um Rosa Luxemburgs Stellung zur russischen Revolution; Adolf Warski, Rosa Luxemburge Stellung zu den taktischen Problemen der Revolution, ambos en Hamburgo, 1922.
[5] Georg Lukacs, Rosa Luxemburg marxista, enero de 1921; Observaciones críticas sobre la crítica de la revolución rusa de Rosa Luxemburg, enero de 1922; Observaciones metodológicas sobre la cuestión de la organización, setiembre de 1922, en Historia y conciencia de clase.
[6] Ruth Fischer, Die Internationale, 1925, VIII, Nº 3, p. 107.
[7] Paul Frölich, Zum Streit über die Spontaneität, Aufklarung, 1953.
[8] N. Bukharin, El imperialismo y la acumulación del capital, 1925.
[9] Stalin, Sobre ciertos problemas de la historia del bolchevismo, 1931, Sochineniya, XIII, pp. 84-102. L. Kaganovich, Correspondance Internationale, 15-12-31.
[10] Trotsky, Bas les pattes devant Rosa Luxemburg!, 28-6-32, Ecrits, I, 1955, pp. 321-331. (Véase Documento Nº 10.)
[11] El mismo, Rosa Luxemburg et la IV° Internationale, 1935. (Véase texto VII.)
[12] Hartmut Mehringer y Gottfried Merger, La gauche nouvelle allemande et Rosa Luxemburg, Partisans (Rosa Luxemburg vivante), Nº 45, 1969. Es de notar la publicación en 1970 en la colección de bolsillo Rowohlt de los Escritos sobre la teoría de la espontaneidad de Rosa Luxemburg.

Ver también:
  • Texto en francés aquí
  • Libro (en castellano) al formato pdf aquí

lunes, 14 de julio de 2008

Rosa Luxemburgo: La Acumulación del Capital o lo que los Epígonos han hecho de la Teoría Marxista: una Anticrítica


Hemos digitalizado la primera parte de esta obra de Rosa Luxemburgo. Con ella continuamos la publicación, en La Bataille Socialiste y en Marxismo Libertario, de diversas obras y fragmentos referentes a la teoría de la acumulación del capital de Rosa. Próximamente publicaremos la segunda parte de esta obra. Después iremos publicando otros artículos y fragmentos de libros, así como la traducción de La Acumulación del Capital que estamos haciendo.

Esta obra fue escrita como respuesta a las críticas que los patriarcas de la II Internacional realizaron de la obra de R.L. sobre la acumulación del capital. Somos luxemburguistas, entre otras cosas porque defendemos la plena validez de los postulados básicos de R.L. en La Acumulación. Consideramos que no sólo fue un soplo de aire fresco en la fosilización a la que se veía sometida la teoría marxista en su época, sino que consiguió avanzar en uno de las principales cuestiones no resueltas por Marx y Engels: la acumulación global del capital.

Su obra fue criticada por la mayoría de los marxistas “ortodoxos”. En una lamentable muestra de la esclerosis en la que estaba por entonces sumido el marxismo, tanto en su versión revisionista (representada por los líderes de la II Internacional) como en su versión bolchevique. Después, otros muchos “ortodoxos” continuaron las críticas al calor de las campañas que contra el luxemburguismo desarrollaron bolcheviques y stalinistas. Esas críticas incluso se extendieron a otras variantes mucho más lúcidas del marxismo.

Pero hoy, después de muchos años y de muchas experiencias históricas, quienes lean La Acumulación y esta Anticrítica encontrarán que los planteamientos de Rosa, negados y despreciados hasta la saciedad, tienen incluso una actualidad que sus dogmáticos críticos nunca podrán alcanzar.

Para ver la obra pulsa en el enlace:
http://bataillesocialiste.files.wordpress.com/2008/07/anticritica-i.pdf

SALUD
DC-L

jueves, 10 de julio de 2008

CAMPEONATO DE EUROPA DE FUTBOL: PANEM ET CIRCENSES



“Pan y circo”. Con esta frase definía Juvenal la manera (reparto de trigo y acceso a los espectáculos circenses, gratuitos) con la que, en la decadencia del Imperio romano, los emperadores distraían al pueblo de Roma, a fin de mantenerlo adormecido y evitar que fiscalizara sus excesos.

Después de dos milenios, tal vez lo más apropiado, adaptándolo a un lenguaje más de hoy y a lo que es el tema de este comentario, sería decir: “Futbol y Pizzas”. Lo demás tiene total actualidad.

En este caso no se trata solo de una ciudad y de su imperio circundante, hoy algo irrisorio si se compara con la extensión territorial del imperio mundial del capital y la capacidad mediática de éste, que en nuestros tiempos alcanza al mundo entero sobre todo cuando de lo que trata es de ocultar su crisis, su barbarie y su decadencia.

Con el triunfo de la selección española en la Eurocopa de naciones hemos asistido por unos días a una matraca insistente de manifestaciones ideológicas y de manejo propagandístico de los sentimientos más insanos que suele utilizar la burguesía: el del patrioterismo más aborrecible y el del triunfalismo más ilusorio; alentados ambos por el gobierno socialista y por todo el aparato del estado español en su conjunto, desde la leal Oposición del insípido Rajoy hasta los sindicatos y las puyas de los dirigentes nacionalistas periféricos; con el único objetivo de encubrir el miserable día a día de la población en general y particularmente de la clase obrera.

Dieciocho millones de personas siguieron por Televisión, además de los que lo hicieron por Radio, “la Final” entre Alemania y España. Los Medios españoles más que comentar el acontecimiento deportivo, empleaban un repugnante lenguaje nacionalista e incitaban al público con el eslogan “A por ellos…” como si de una guerra, en lugar de un partido de futbol, se tratara y acababan animándolo con el Himno nacional. Faltó, cosa rara, el “Suspiros de España”[1].

No había ninguna diferencia con la Final de Copa -que ganó la selección española- en el Bernabéu en 1964: la emoción del Caudillo Franco no se diferenció en nada de la euforia de todos los partidos políticos –incluido el “alternativo” Llamazares- encabezados por el presidente Rodríguez Zapatero (“ZP”) –si acaso la superaban. Éste último, en el informativo de Tele-5 del 1 de julio dijo literalmente, en el palacio de la Zarzuela ante el rey y la Selección, que “los españoles estamos satisfechos y unidos junto a nuestra bandera”. Más claro imposible, sobre lo que en realidad venía a decir con su mensaje: “españoles todos: olvidad las dificultades diarias, estamos todos unidos bajo la misma bandera, la patria común es lo más importante. Pobres y ricos, abrazaos bajo el manto de nuestra insignia nacional. Olvidaos de las penalidades diarias, de llegar a final de mes sin deudas, del Euribor, de la inflación galopante y de los salarios de miseria, de la hipoteca impagable. De las duras condiciones de vida y trabajo, de la explotación diaria y la inseguridad futura…. Todos unidos tras la defensa del interés nacional. Unidos bajo un solo estandarte, el de la “Roja y Gualda” por nuestro triunfo y la derrota del enemigo exterior”.

El tratamiento dado al campeonato de futbol ha sido el de enfrentar españoles contra rusos, italianos, alemanes,…,; hacerse sentir confrontadas unas poblaciones contra otras. Se ha utilizado el lenguaje televisivo para exacerbar los sentimientos más venenosos y criminales; aquellos que utiliza la burguesía para enfrentar a un bloque nacional con otro; a base de alegatos agresivos y nacionalistas; casi como si de una guerra imperialista se tratara, con la diferencia de que en lugar de utilizar tropas militares se ha usado una selección de jóvenes futbolistas, azuzada por el medio de la TV y la Radiodifusión.

Puede que La Eurocopa sea durante unos días el “Balón de oxígeno” que haga olvidar durante cierto tiempo los graves problemas a los que se enfrentan la clase obrera y los propios capitalistas; pero los hechos son testarudos y volverán tal cual a la realidad inmediata de una vida insoportable.

La burguesía española con su gobierno socialista a la cabeza no ha tenido inconveniente en utilizar este Campeonato para hacer de un evento deportivo una plataforma de manipulación ideológica y agitación nacionalista, igual que fue capaz de manipular el execrable atentado del 11 de marzo del 2004 para decirnos que todos somos ciudadanos, que todos tenemos los mismos derechos (del grado de su fortuna y del lugar que ocupa en la realidad social desde luego que nada dicen), que todos somos españoles y que la nación está por encima de las clases sociales; que el “triunfo de España en la Eurocopa” es un triunfo histórico y que de los verdaderos problemas… ¡en fin, ya veremos! Pues la crisis es cada vez más clara, los ataques serán cada vez más duros y sobre todo la precariedad laboral, los bajos salarios, la inflación galopante habría que relativizarlos porque los españoles son ya ¡Campeones de Europa!

No hay que olvidar que de manera análoga, aunque en otra situación, las olimpiadas chinas se van a utilizar para infiltrar en las masas el veneno nacionalista y el triunfalismo de los vencedores y de los organizadores; no solo con grandes inauguraciones y actos propagandísticos de las excelencias de la “naciente China, locomotora del mundo” sino con los propios acontecimientos deportivos.

Prórroga y reflexión

El fútbol no sólo es una de las muchas religiones que han ganado y continúan ganando espacio en un mundo en descomposición, es un gran negocio multinacional con una ideología propia no exenta de connotaciones económicas y políticas claramente destructivas; un deporte-industria inserto en una cloaca mafiosa e impregnado de un nauseabundo aderezo localista y nacionalista. Lo que lo sitúa a años luz de la verdadera práctica del deporte, del disfrute del cuerpo y del logro de la satisfacción que supone juntarse para “echar un partido”, charlar, tomar unas cervezas, hablar de la situación, hacer planes con los amigos y los compañeros,….

Corriente Comunista Internacional 8-7-08

[1] Cierto. Pero se sustituyó por el cañí “Que viva España” del cutre Manolo Escobar. (Nota aclaratorio-jocosa de DC-L)

lunes, 7 de julio de 2008

Con proposito de debate he enviado el siguiente y brevisimo texto a las redes luxemburguistas:

Para un debate sobre el programa democrático-radical de los marxistas revolucionarios:

a).- La critica de R. L. a la fetichización del derecho de autodeterminacion leninista ( y wilsoniano) que aparece en La Revolución Rusa se instala, a mi juicio, a una impugnación de la llamada teoria trotsko-leninista de la Revolución Permanente.

b).- En base a la critica e impugnación anterior urge un programa democrático-radical de democratización profunda en el plano planetario, global y estatal-nacional. En ese programa debe figurar una denuncia profunda de las bases de la democracia, ahora sí, "burguesa", en el sentido de identificar en que modo gravita sobre todas las leyes, y en especial sobre el código civil, los derecho de los propietarios, de los mas fuertes sobre los mas débiles y de todos en general sobre los no-propietarios. La prohibición de la prisión por deudas, ya desde la revolución francesa, es indirectamente negado al prescribirse prisión por "alzamiento de bienes"

c).- Es necesario confrontar la teoria de Rosa sobre la acumulación de capital con la contemporánea mercantilización de los espacios - no solo "paises" o estados, o estados fallidos - sin olvidar al interior de los espacios no mercantilizados en los estados capitalistas avanzados. La ingenieria social creadora de pseudonecesidades se instala en este sentido.

d) Es necesario confrontar la teoria de las crisis de R. con el surgimiento del imperio informal de USA, al mismo tiempo que posicionarse sobre/contra las tesis leninistas de la confrontación inter-imperialista y sobre el hiperimperialismo de Kautsky.

Si hay ocasión puedo continuar con algunas preocupaciones-sugerencias en el orden de la intervención política.

Un saludo luxemburguista. JM.

Notas para una mirada a la inmigración económica desde la antiglobalización.

Se trata de un texto escrito a raíz de los asesinatos de inmigrantes en Ceuta y Melilla, en cierto modo algo anticuado, no en otros. JM.

Es un texto de febrero 2006. JM




Notas para una mirada a la inmigración económica desde la antiglobalización.
José M. Delgado

1). Tras la cumbre de Sevilla entre España y Marruecos con las personas asesinadas en la verja de Ceuta y Melilla, el conato de genocidio marroquí enviando al desierto a los migrantes, la externacionalización financiada a Marruecos de la guarda y frontera de la Europa Fortaleza, la respuesta adecuada era la denuncia y la movilización ciudadana, y así se hizo durante septiembre, octubre y primeros de noviembre, desde la Caravana a Ceuta al Foro Social de Sevilla, Red Dos Orillas, May Day Sur, y otras entidades. El análisis profundo de las razones de esos flujos migratorios desde África así como la hora de las proposiciones, debería ser objeto de atención transversal y dedicación permanente por los organizaciones sindicales y del movimiento antiglobalización.

2).- Los flujos migratorios procedentes de África hacia Europa, su tratamiento e intervención hacia ellos, embragan mal o se abordan de manera inadecuada desde un punto de vista nacional-estatal, la motivación reformadora debe dirigir su mirada al contexto de la Globalización y el papel que le ha reservado a Africa. El punto de vista del "interés nacional" incluso el punto de vista del interés de la clase trabajadora nacional-estatal no puede ni debe ser totalizador ni exclusivo. Reservar a la "solidaridad" y a las ongs el problema de la inmigración africana, como si de un remanente moral sin interés político-electoral se tratara, es más de lo mismo a lo que nos tiene acostumbrado la supuesta izquierda gobernante: cinismo acorazado de caridad.

3).- África cuestiona absolutamente la legitimidad de la globalización neoliberal, en tanta medida como lo hizo respecto de los imperios jurídicos, de hecho desde el final de los 70 en África llueve sobre mojado, el nuevo imperialismo, o globalización, como se sabe, termina de arruinar a las sociedades y nuevos estados africanos surgidos de la descolonización, fuertemente condicionados y lastrados por la herencia imperial.


4).- Constatar, como cualquier persona puede hacerlo, que "el problema de Africa es la Globalización" en ningún momento debe ser pretexto para echar balones afuera hacia la ONU y la UE (aunque son instancias fuertemente implicadas y hacia las que resulta tan perentorio dirigir demandas, denuncias y propuestas de soluciones al efecto) y condicionar, so capa de interesadamente minusvalorar la capacidad de intervención de los estados occidentales, las posibles soluciones - y/o paliativos, que también serían pertinentes - a la puesta en común de programas universales al efecto, esa actitud resultaría de un filisteísmo palmario a sabiendas de bajo que controles e influencias se encuentran las instancias internacionales que gobiernan la globalización, de que voces se ocultan cuando habla la "comunidad internacional"

La exigencia de cancelación de la Deuda Externa de África, la necesaria cobertura y solidaridad de la UE hacia los estados africanos que se atrevan a repudiar la Deuda es un prerrequisito a cualquier plan internacional de solidaridad, como igualmente lo es el cese del expolio de sus riquezas naturales por la empresas transnacionales.


5).- La defensa de la "libre circulación de personas", - que en puridad equivale a defender el derecho sin restricciones a la migración económica - justificada en la propaganda y esloganes de los movimientos antiglobalización como corolario obligado a la libre circulación de capitales, es una idea-fuerza palmariamente demoledora de los estados nación, en cuanto a su identificación clara como instrumentos - los estados - sin cuyo concurso la globalización no hubiera sido posible. La renuncia a controlar por los gobiernos la política monetaria, la eliminación de tasas y restricciones a la inversión extranjera directa, la eliminación de controles a la circulación internacional de capitales, la financiarización de la actividad económica en su conjunto, las políticas proteccionistas a la agricultura de exportación, el desmantelamiento del sector público de la economía, etc., no son, con todo, muestras exhaustivas de la falsedad de las teorías que conciben la globalización como causa de la "jibarización" de los estados nacionales sino en contrario de su efectiva, enérgica e impopular puesta al servicio de los intereses financieros, industriales y de servicios de las compañías y bancos transnacionales, hipertrofiando así los estados su "lado malo", autoritario, represivo, antisocial, a costa de su "lado bueno" en cuanto proveedor de servicios públicos y asistenciales.

6).- La variedad de actitudes que la inmigración está produciendo en la ciudadanía española oscila desde el vago temor o preocupación - con variables grados de xenofobia - a perder el puesto de trabajo y a ver aún más degradada la convivencia y los servicios públicos, hasta cierta actitud resignada y tolerante pero asimismo no exenta de inquietud, pasando por cierta simpatía solidaria entre los trabajadores precarizados que tienen tan poco que conservar o "defender" o "repartir" con los emigrantes como para no lamentar que "todo esto se vaya al gárete", todas estas actitudes , por rechazables que algunas sean, por condenable que sea la xenofobia, son susceptibles de ser invitadas a entender que no existe otra manera de afrontar la huída de África por sus habitantes mas que cuestionando el papel que la Globalización le ha asignado al continente, que no es posible defenderse de ellos con la represión y la injusticia - lo que a la postre anuncia el advenimiento de alguna forma de fascismo - mientras que la apuesta de descubrir los intereses comunes entre trabajadores autóctonos o migrantes, en lucha, lejos de suponer ninguna "huida hacia adelante" se acaba instalando en la certidumbre de que las pseudosoluciones, el parcheo, la demagógica "ayuda al desarrollo", ya no son posibles ni viables.


7).- Que duda cabe que la exigencia del respeto a los derechos humanos es una de las pocas armas legales desde las que proteger/protegerse los migrantes. Pero no es menos cierto que en su nombre la "comunidad internacional" ha cometido incalificables acciones como el bombardeo de Serbia en la crisis de Kosovo, el bloqueo a Cuba, el acoso imperialista a los estados del campo llamado "socialista", por tanto articular un movimiento de cuestionamiento del neocolonialismo que padece Africa teniendo como eje central o clave de bóveda a los DDHH, participa de la gratuidad, ambigüedad política y déficit de compromiso personal como cualquier brindis al sol procura.
Es impensable concebir la protección efectiva a los derechos humanos mas que en un marco de democracia social avanzada, por tanto concebir los DDHH como exigencia o demanda compatible con la salvaguarda de la estabilidad política de regimenes autoritarios o totalitarios - por mas que se disfrace bajo el eufemismo de "sociedades jerárquicas" -, como a la postre se reduce las interesadas políticas hacia el Maghreb de la UE, - escasamente cuestionadas por determinadas ongs "caritaristas" - solo puede contribuir a la legitimación de tales regimenes y al descrédito de los propios DDHH.

8).- Tratar de intervenir mas o menos colectivamente en la lucha contra la globalización neoliberal teniendo como vía de entrada privilegiada la defensa de los derechos de los migrantes y la solidaridad activa para con ellos pone inmediatamente encima de la mesa la legitimidad de la opción de dedicarse a la labor asistencial, obviamente optar por esta vía no es en manera alguna incompatible con otra de propósitos menos paliativos , coherentemente equivaldría a llevar al extremo la asistencia como recientemente ha demostrado Médicos Sin Fronteras, SOS Racismo, Elin, y otras personas y entidades de procedencia española radicadas en Marruecos, denunciando al tiempo que asistiendo a los enfermos y heridos, hambrientos, el propósito genocida del gobierno marroquí de abandonar a cientos de subsaharianos en la frontera argelina, por tanto la asistencia no excluye, como tantas biografías de cooperantes de ongds nos enseñan, una mirada mas incisiva, mas radical en el sentido ahora de buscar la raíz que les hace emigrar arriesgando la vida.

9).- Pensamos que la defensa de los derechos de los trabajadores migrantes, de cualquier procedencia, debe prioritariamente ser abordada desde un punto de vista sindical, interesándose por su sindicación - por su autoorganización en tanto que trabajadores, en cualquier caso - y tejiendo con los trabajadores españoles naturales lazos de compañerismo, solidaridad entre iguales (¿hay que decirlo?) y ayuda mutua, empero, en manera alguna agota esta perspectiva sindical la totalidad y aún menos la raíz de la problemática que les afecta, estas son las derivadas del fracaso de las políticas para el desarrollo y finalmente su abandono por las instituciones de la Globalización neoliberal, FMI, Banco Mundial, consecuentemente, afirmar que es en el combate mundial contra la globalización la manera tanto o mas solidaria desde donde cooperar en la autodefensa y autoorganización de los migrantes, es tanto como enfatizar que en ese combate, ya no solo "local" , español y europeo, cuanto mundial, global, los trabajadores españoles y migrantes pueden y deben reconocerse y encontrarse también de manera en absoluto voluntarista: las razones por la cuales vienen desde tan lejos no son distintas a las que lleva al desempleo a los trabajadores en virtud de la deslocalización de las empresas, ellos huyen de la miseria, los salarios de hambre, la desprotección social y la represión que sufren en sus paises que son precisamente las condiciones básicas que las empresas españolas y multinacionales aquí radicadas van a buscar a esos o similares países en la carrera inhumana, homicida y profascista de la competitividad según el guión globalizador neoliberal.

10.- Tenemos la impresión de que el nuevo paradigma "antiglobalización" ha sido semiabandonado demasiado aprisa, por razones de las que no podemos ocuparnos ahora, no todas bienintencionadas. Este nuevo internacionalismo distinto de todos los anteriores, pero con mas "aire de familia" con el republicanismo rojo de los activista de la I Internacional - los internacionales, como se les llamaba en España - que con el sincretismo nacional/comunista/étnicista del mosaico antiimperialista posterior a la II Guerra Mundial, - el común denominador de la oleada de descolonización,- universalismo o globalismo en ocasiones peyorativamente calificado de "cosmopolitismo" por la izquierda leninista para los que el "marco nacional de la lucha de clases" no parece incurrir en contradicción, históricamente sobrevenida, con el "socialismo en un solo país" o, mas concretamente, "país a país" , este nuevo universalismo o internacionalismo, decíamos arriba, ha tomado el planeta como marco para la acción democrática y la lucha de clases, volver de lo global a lo local no puede significar abandonar aquella perspectiva sin empantanarse, empercocharse en el pantanoso terreno del multiculturalismo, - o dejarse atrapar en la falsa e interesada disyuntiva, multiculturalismo, versus asimilacionismo - en un pannacionalismo que en relación con los migrantes se muestra sumamente vulnerable al folclorismo interesado financiado por lo poderes públicos occidentales, como a cada paso se comprueba, bien compatible con la superexplotación, la exclusión social y la miseria general con que Occidente recibe y usa a los migrantes: si ellos permiten que se les trate como minoría sociocultural, si no denunciamos este tratamiento, habrá dinero para sus fiestas, siempre lo hay para las minorías, es barato, esa es la manera con que la derecha progre o socialdemócrata gobierna la Globalización.

Sevilla, febrero de 2006.

domingo, 6 de julio de 2008

György Lukács: Rosa Luxemburgo como marxista

Hemos subido a la página de La Bataille Socialiste, con una breve presentación, el libro de György Lukács Historia y Conciencia de Clase. Puede leerse en:

http://bataillesocialiste.wordpress.com/2008/06/25/gyorgy-lukacs-historia-y-conciencia-de-clase/

Evidentemente, recomendamos a ser posible la lectura del libro completo. Más allá de que muchos aspectos sean cuestionables o erróneos (y de los avatares posteriores de la obra y de la vida del autor húngaro), esta obra representó en su momento una aportación muy importante a la revitalización del Materialismo Histórico, frente a la esclerosis de los reformistas-revisionistas y los bolcheviques. Todavía hoy sigue siendo una obra fundamental para quien se acerque al conocimiento histórico.

Pero nos interesa ahora especialmente recomendar la lectura del segundo artículo del libro, “Rosa Luxemburgo, Marxista”, escrito en 1921, por su análisis de R.L. y especialmente de la significación de La Acumulación del Capital, pues estamos analizando y difundiendo esa teoría de la acumulación de Rosa, porque la consideramos acertada y relevante para comprender la actual crisis del sistema capitalista. Y creemos que es también relevante difundir lo que otros autores plantearon sobre esa teoría. En el caso de Lukács, la clave del análisis está en la categoría de totalidad, con lo cual coincidimos.

SALUD
DC-L

jueves, 3 de julio de 2008

Josepgmaynou: Dar palos de ciego


Cualquier persona quedaría extrañada si un profesional de la medicina le recitara como un papagayo los síntomas de la enfermedad que le aqueja. Doctor, le diría el enfermo, todo esto que padece mi organismo, lo sé sobradamente, pero ¿cual es realmente la causa de mi enfermedad?

Sobre la crisis económica actual ocurre algo bastante parecido. Miles de ríos de tinta en centenares de periódicos y publicaciones se están gastando, para no decir nada más que aquello que se evidencia cada día y que no explica más que las consecuencias de una enfermedad de la que nadie sabe exactamente cuales son sus causas profundas. La chatarrería intelectual parece haberse apoderado del pensamiento humano y pocos, muy pocos, se atreven a investigar las causas reales que provocan este actual colapso económico de la sociedad del Capital. Dar palos de ciego es lo más habitual.

Este no es el caso de raras excepciones, como la de Zapatero. Sumergido en el “pensamiento Alicia” sigue pensando que eso de la crisis “es discutible”.

Empezaré por el final. Ni la subida de los carburantes, ni la subida de los precios de los alimentos, ni el aumento de la demanda de las economías asiáticas, ni los especuladores, ni los fondos de futuros, ni las bolsas, ni los dos billones de dólares malbaratados en la guerra de Irak, ni las hipotecas subprime, ni la deuda norteamericana, ni la caída del dólar, ni el hundimiento del Estado Benefactor, ni el cambio climático, ni la maldad de los capitalistas… son la causa de la crisis. Estas, entre otras, son sus consecuencias.

Tampoco lo es ni la sobreproducción de mercancías, ni la falta de mercados solventes.

Es una crisis provocada por una enorme acumulación de capitales (sobreacumulación de capitales) que son incapaces de reiniciar el ciclo de dinero-mercancía-mercancía-dinero. Estos son retirados de la economía productiva propiamente dicha para pasar a engrosar espacios en donde el propio Capital cava su tumba: mercados especulativos, paraísos fiscales, mercado del arte, industria militar y espacial, grandes proyectos suntuarios, reuniones, cumbres y forums, eventos deportivos… Nunca en ningún momento de la historia de la Humanidad ha existido tanta cantidad de capital (trabajo humano acumulado) malbaratado, quemado, escondido o reconvertido en “tesoro”. Nunca el sistema bancario tuvo y prestó a crédito tanto dinero. Nunca como ahora la necesidad de destrucción de Capitales para salir de la crisis es tan evidente.

Son situaciones repetidas en la historia de anteriores sistemas sociales en los periodos de su decadencia y nada novedosas en el transitar del sistema de producción capitalista. Sus crisis siempre fueron resultas con guerras que representaron una gran destrucción. Seguramente sea necesario recordar que en los dos últimos hechos destructivos acontecidos, la Humanidad pagó con el sacrificio de 30 millones de muertos en la guerra del 14 y más de 100 millones en la Segunda Guerra Mundial. El Capital salió así vencedor de las crisis anteriores y no tiene hoy otra receta distinta para salir airoso de las actuales o venideras.

Sobre esta cuestión solo responderé brevemente a los que piensan que la guerra de Irak es la causante de la crisis financiera en los EEUU. Contrariamente a lo que se dice, la guerra de Irak ha sido un gran éxito para la administración de Bush. El fracaso ha sido para la Humanidad y muy especialmente para el pueblo norteamericano por no haberla podido detener. La destrucción de Irak ha sido un enorme negocio para las industrias de armamentos, las petroleras y gasísticas, las empresas constructoras e innumerables empresas contratistas privadas de servicios… con el aplauso y beneplácito de los sindicatos norteamericanos y las influyentes iglesias y sectas religiosas. La guerra de Dios ha salvado miles de puestos de trabajo, ha revitalizado industrias y hecho que el Capital rindiera enormes beneficios.

Se ha de tener en cuenta que en los mercados de valores la actividad esencial no es la metabolización de trabajo asalariado, ni la creación de trabajo necesario a fin de obtener plus trabajo y por tanto, nada que tenga relación con la reproducción del Capital o con su autovaloración tal como hasta ahora se ha ido realizando el ciclo acumulativo del Capital.

En las bolsas de todo el mundo se intercambian capitales que previamente han sido retirados del proceso de reproducción, es decir, se trata de capitales que como resultado de una acumulación previa, se ven impedidos de reiniciar una nueva rotación a fin de reproducirse. En cierta manera podríamos decir que es solo DINERO que se niega a convertirse propiamente en Capital para reiniciar su circuito "dinero-mercancía-mercancía-dinero" y que, por tanto, su "intercambio", al no estar basado en la metabolización de trabajo, solo puede tener lugar bajo otros supuestos distintos a los de la producción propiamente dicha y su denominador común se asienta en la pura y simple alteración de los precios. Es pues acertada la expresión usada por muchos analistas de "economía de casino" referida a esta cuestión, puesto que, lo que algunos ganan, otros lo pierden, pero en todos los casos lo que se manifiesta es que no es aquí precisamente en donde se crea la riqueza, y sí en donde el Capital se convierte en una traba para el progreso social. En las bolsas, elevadas por la demencia senil del capitalismo a la categoría de santuarios ludópatas, se ofician diariamente las exequias de un muerto viviente, que a cada anuncio de recorte de la masa de trabajo (regulaciones de empleo, despidos, etc.), entona el aleluya en su imparable ascenso a la sepultura de la Historia. De los cielos, todo todopoderoso, a la sepultura.

La madre de todas las crisis, como la llama Fidel, se alcanza cuando el Capital no puede reiniciar su circulo acumulativo reinvirtiendo en la actividad productiva. Entonces ha alcanzado sus propios límites.

¿Maldad de los capitalistas? No.

Es en realidad un caballo desbocado que no pueden controlar. Cuanto más avanza la sociedad constructora que necesita seguir aplicando nuevos métodos de trabajo, nuevas herramientas robotizadas, nuevos materiales, nuevas técnicas en todos los campos de la actividad productora, más el Capital se acerca a su crisis. El Capital no puede permitir abrir nuevos caminos para producir sin apenas necesidad de metabolizar trabajo humano, empequeñeciendo constantemente el tiempo y el esfuerzo necesario para la fabricación de cualquier mercancía y el de su coste energético.

El Beneficio del Capital, verdadero fin del sistema, siempre ha sido obtenido a partir de metabolizar cantidades crecientes de trabajo productivo. El artesano, el campesino, el intelectual, el sabio, la mujer…, todos han sido forzados por el Capital a existir como asalariados. Ningún sector de la sociedad ha salido indemne de este proceso. Pero este proceso no ha sido solamente cuantitativo. Para el Capital el trabajo no es una mercancía distinta de las demás; en términos objetivos no se diferencia en nada de las materias primas que deben ser extraídas de la Naturaleza o transformadas en mercancías útiles para el consumo. Para el Capital el trabajo es un Costo de Producción en el proceso de reproducción y ampliación del mismo. Reducir este costo (expulsando del mercado de trabajo a cada vez más numerosos “sobrantes) es la otra cara de la misma moneda y la expresión de la contradicción que inevitablemente le lleva a una gran crisis para el propio Capital. Sin trabajo asalariado no hay acumulación capitalista.

La incertidumbre y la inestabilidad económica en este estadio de grave crisis, que muchos analistas no llegan a comprender por tan disparatada y turbulenta (pronto ninguna teoría económica será capaz de explicar los avatares de la sociedad del dinero), y que les hace considerarla a menudo como los primeros síntomas de una crisis final o megacrisis, no significan en absoluto que ésta aunque se llegara a producir ( que llegara a un crak bursátil como el del 29) sea la piedra filosofal de un gran cambio social. Los cambios sociales no sólo se producen cuando un sistema alcanza su agotamiento, sino a su vez, y fundamentalmente, por la acción y voluntad decidida de la sociedad que es capaz de dirigir en otro sentido su capacidad constructora. Solamente lo es, cuando la sociedad se desencadene de las leyes que rigen la sociedad del dinero, cuando sepa resolver de otra manera todos los asuntos relacionados con su supervivencia y bienestar. Sin ello, esta situación de crisis puede dar paso (y existen muchos síntomas que así lo indican) a una feudalización de la sociedad y la entrada en un periodo de represión, penuria y oscurantismo. Las situaciones de barbarie y caos que hoy vivimos (hechos y actos constatados en muchos lugares del globo) no las podemos vislumbrar, por ahora, como ningún indicio de periodo de cambio social sino, por el contrario, como tristes derrotas de una Humanidad, que no alcanza ha encontrar aún el camino hacia su unificación y soberanía plenas. Pero nuestra especie, sin duda, no permanecerá impasible esperando que el Capital resuelva la crisis con nuevas guerras destructoras y generalizando la penuria para amplios sectores de la sociedad.

Mientras tanto, sigan ustedes dando palos de ciego. Busquen pócimas mágicas o soluciones milagrosas. Fallecerá el moribundo y no sabrán aún de qué ha muerto.

La crisis solo puede resolverse con un gran cambio social. La Propiedad Privada es el gran tabú que nadie osa sacar a la luz. Si el concepto de valor de cambio solo puede entenderse bajo las premisas de la propiedad privada y ésta solo se ha generado en base a la apropiación de la fuerza del trabajo humano y de los medios de producción por actos de fuerza, ninguna respuesta al sistema social que amenaza la vida de millones de seres humanos puede darse sin derrumbar estas bases que lo sustentan. Todos los esfuerzos voluntaristas que no aborden esta cuestión desde su raíz serán infructuosos.

¿Hasta cuando los palos de ciego?