Se trata de un texto escrito a raíz de los asesinatos de inmigrantes en Ceuta y Melilla, en cierto modo algo anticuado, no en otros. JM.
Es un texto de febrero 2006. JM
Notas para una mirada a la inmigración económica desde la antiglobalización.
José M. Delgado
1). Tras la cumbre de Sevilla entre España y Marruecos con las personas asesinadas en la verja de Ceuta y Melilla, el conato de genocidio marroquí enviando al desierto a los migrantes, la externacionalización financiada a Marruecos de la guarda y frontera de la Europa Fortaleza, la respuesta adecuada era la denuncia y la movilización ciudadana, y así se hizo durante septiembre, octubre y primeros de noviembre, desde la Caravana a Ceuta al Foro Social de Sevilla, Red Dos Orillas, May Day Sur, y otras entidades. El análisis profundo de las razones de esos flujos migratorios desde África así como la hora de las proposiciones, debería ser objeto de atención transversal y dedicación permanente por los organizaciones sindicales y del movimiento antiglobalización.
2).- Los flujos migratorios procedentes de África hacia Europa, su tratamiento e intervención hacia ellos, embragan mal o se abordan de manera inadecuada desde un punto de vista nacional-estatal, la motivación reformadora debe dirigir su mirada al contexto de la Globalización y el papel que le ha reservado a Africa. El punto de vista del "interés nacional" incluso el punto de vista del interés de la clase trabajadora nacional-estatal no puede ni debe ser totalizador ni exclusivo. Reservar a la "solidaridad" y a las ongs el problema de la inmigración africana, como si de un remanente moral sin interés político-electoral se tratara, es más de lo mismo a lo que nos tiene acostumbrado la supuesta izquierda gobernante: cinismo acorazado de caridad.
3).- África cuestiona absolutamente la legitimidad de la globalización neoliberal, en tanta medida como lo hizo respecto de los imperios jurídicos, de hecho desde el final de los 70 en África llueve sobre mojado, el nuevo imperialismo, o globalización, como se sabe, termina de arruinar a las sociedades y nuevos estados africanos surgidos de la descolonización, fuertemente condicionados y lastrados por la herencia imperial.
4).- Constatar, como cualquier persona puede hacerlo, que "el problema de Africa es la Globalización" en ningún momento debe ser pretexto para echar balones afuera hacia la ONU y la UE (aunque son instancias fuertemente implicadas y hacia las que resulta tan perentorio dirigir demandas, denuncias y propuestas de soluciones al efecto) y condicionar, so capa de interesadamente minusvalorar la capacidad de intervención de los estados occidentales, las posibles soluciones - y/o paliativos, que también serían pertinentes - a la puesta en común de programas universales al efecto, esa actitud resultaría de un filisteísmo palmario a sabiendas de bajo que controles e influencias se encuentran las instancias internacionales que gobiernan la globalización, de que voces se ocultan cuando habla la "comunidad internacional"
La exigencia de cancelación de la Deuda Externa de África, la necesaria cobertura y solidaridad de la UE hacia los estados africanos que se atrevan a repudiar la Deuda es un prerrequisito a cualquier plan internacional de solidaridad, como igualmente lo es el cese del expolio de sus riquezas naturales por la empresas transnacionales.
5).- La defensa de la "libre circulación de personas", - que en puridad equivale a defender el derecho sin restricciones a la migración económica - justificada en la propaganda y esloganes de los movimientos antiglobalización como corolario obligado a la libre circulación de capitales, es una idea-fuerza palmariamente demoledora de los estados nación, en cuanto a su identificación clara como instrumentos - los estados - sin cuyo concurso la globalización no hubiera sido posible. La renuncia a controlar por los gobiernos la política monetaria, la eliminación de tasas y restricciones a la inversión extranjera directa, la eliminación de controles a la circulación internacional de capitales, la financiarización de la actividad económica en su conjunto, las políticas proteccionistas a la agricultura de exportación, el desmantelamiento del sector público de la economía, etc., no son, con todo, muestras exhaustivas de la falsedad de las teorías que conciben la globalización como causa de la "jibarización" de los estados nacionales sino en contrario de su efectiva, enérgica e impopular puesta al servicio de los intereses financieros, industriales y de servicios de las compañías y bancos transnacionales, hipertrofiando así los estados su "lado malo", autoritario, represivo, antisocial, a costa de su "lado bueno" en cuanto proveedor de servicios públicos y asistenciales.
6).- La variedad de actitudes que la inmigración está produciendo en la ciudadanía española oscila desde el vago temor o preocupación - con variables grados de xenofobia - a perder el puesto de trabajo y a ver aún más degradada la convivencia y los servicios públicos, hasta cierta actitud resignada y tolerante pero asimismo no exenta de inquietud, pasando por cierta simpatía solidaria entre los trabajadores precarizados que tienen tan poco que conservar o "defender" o "repartir" con los emigrantes como para no lamentar que "todo esto se vaya al gárete", todas estas actitudes , por rechazables que algunas sean, por condenable que sea la xenofobia, son susceptibles de ser invitadas a entender que no existe otra manera de afrontar la huída de África por sus habitantes mas que cuestionando el papel que la Globalización le ha asignado al continente, que no es posible defenderse de ellos con la represión y la injusticia - lo que a la postre anuncia el advenimiento de alguna forma de fascismo - mientras que la apuesta de descubrir los intereses comunes entre trabajadores autóctonos o migrantes, en lucha, lejos de suponer ninguna "huida hacia adelante" se acaba instalando en la certidumbre de que las pseudosoluciones, el parcheo, la demagógica "ayuda al desarrollo", ya no son posibles ni viables.
7).- Que duda cabe que la exigencia del respeto a los derechos humanos es una de las pocas armas legales desde las que proteger/protegerse los migrantes. Pero no es menos cierto que en su nombre la "comunidad internacional" ha cometido incalificables acciones como el bombardeo de Serbia en la crisis de Kosovo, el bloqueo a Cuba, el acoso imperialista a los estados del campo llamado "socialista", por tanto articular un movimiento de cuestionamiento del neocolonialismo que padece Africa teniendo como eje central o clave de bóveda a los DDHH, participa de la gratuidad, ambigüedad política y déficit de compromiso personal como cualquier brindis al sol procura.
Es impensable concebir la protección efectiva a los derechos humanos mas que en un marco de democracia social avanzada, por tanto concebir los DDHH como exigencia o demanda compatible con la salvaguarda de la estabilidad política de regimenes autoritarios o totalitarios - por mas que se disfrace bajo el eufemismo de "sociedades jerárquicas" -, como a la postre se reduce las interesadas políticas hacia el Maghreb de la UE, - escasamente cuestionadas por determinadas ongs "caritaristas" - solo puede contribuir a la legitimación de tales regimenes y al descrédito de los propios DDHH.
8).- Tratar de intervenir mas o menos colectivamente en la lucha contra la globalización neoliberal teniendo como vía de entrada privilegiada la defensa de los derechos de los migrantes y la solidaridad activa para con ellos pone inmediatamente encima de la mesa la legitimidad de la opción de dedicarse a la labor asistencial, obviamente optar por esta vía no es en manera alguna incompatible con otra de propósitos menos paliativos , coherentemente equivaldría a llevar al extremo la asistencia como recientemente ha demostrado Médicos Sin Fronteras, SOS Racismo, Elin, y otras personas y entidades de procedencia española radicadas en Marruecos, denunciando al tiempo que asistiendo a los enfermos y heridos, hambrientos, el propósito genocida del gobierno marroquí de abandonar a cientos de subsaharianos en la frontera argelina, por tanto la asistencia no excluye, como tantas biografías de cooperantes de ongds nos enseñan, una mirada mas incisiva, mas radical en el sentido ahora de buscar la raíz que les hace emigrar arriesgando la vida.
9).- Pensamos que la defensa de los derechos de los trabajadores migrantes, de cualquier procedencia, debe prioritariamente ser abordada desde un punto de vista sindical, interesándose por su sindicación - por su autoorganización en tanto que trabajadores, en cualquier caso - y tejiendo con los trabajadores españoles naturales lazos de compañerismo, solidaridad entre iguales (¿hay que decirlo?) y ayuda mutua, empero, en manera alguna agota esta perspectiva sindical la totalidad y aún menos la raíz de la problemática que les afecta, estas son las derivadas del fracaso de las políticas para el desarrollo y finalmente su abandono por las instituciones de la Globalización neoliberal, FMI, Banco Mundial, consecuentemente, afirmar que es en el combate mundial contra la globalización la manera tanto o mas solidaria desde donde cooperar en la autodefensa y autoorganización de los migrantes, es tanto como enfatizar que en ese combate, ya no solo "local" , español y europeo, cuanto mundial, global, los trabajadores españoles y migrantes pueden y deben reconocerse y encontrarse también de manera en absoluto voluntarista: las razones por la cuales vienen desde tan lejos no son distintas a las que lleva al desempleo a los trabajadores en virtud de la deslocalización de las empresas, ellos huyen de la miseria, los salarios de hambre, la desprotección social y la represión que sufren en sus paises que son precisamente las condiciones básicas que las empresas españolas y multinacionales aquí radicadas van a buscar a esos o similares países en la carrera inhumana, homicida y profascista de la competitividad según el guión globalizador neoliberal.
10.- Tenemos la impresión de que el nuevo paradigma "antiglobalización" ha sido semiabandonado demasiado aprisa, por razones de las que no podemos ocuparnos ahora, no todas bienintencionadas. Este nuevo internacionalismo distinto de todos los anteriores, pero con mas "aire de familia" con el republicanismo rojo de los activista de la I Internacional - los internacionales, como se les llamaba en España - que con el sincretismo nacional/comunista/étnicista del mosaico antiimperialista posterior a la II Guerra Mundial, - el común denominador de la oleada de descolonización,- universalismo o globalismo en ocasiones peyorativamente calificado de "cosmopolitismo" por la izquierda leninista para los que el "marco nacional de la lucha de clases" no parece incurrir en contradicción, históricamente sobrevenida, con el "socialismo en un solo país" o, mas concretamente, "país a país" , este nuevo universalismo o internacionalismo, decíamos arriba, ha tomado el planeta como marco para la acción democrática y la lucha de clases, volver de lo global a lo local no puede significar abandonar aquella perspectiva sin empantanarse, empercocharse en el pantanoso terreno del multiculturalismo, - o dejarse atrapar en la falsa e interesada disyuntiva, multiculturalismo, versus asimilacionismo - en un pannacionalismo que en relación con los migrantes se muestra sumamente vulnerable al folclorismo interesado financiado por lo poderes públicos occidentales, como a cada paso se comprueba, bien compatible con la superexplotación, la exclusión social y la miseria general con que Occidente recibe y usa a los migrantes: si ellos permiten que se les trate como minoría sociocultural, si no denunciamos este tratamiento, habrá dinero para sus fiestas, siempre lo hay para las minorías, es barato, esa es la manera con que la derecha progre o socialdemócrata gobierna la Globalización.
Sevilla, febrero de 2006.
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